Te presentamos los puntos más importantes de este artículo para que puedas elegir qué leer:
Comenzaremos este artículo explicando qué significan las siglas ESG, por qué son tan importantes y por qué están tan de “moda”.
Las siglas ESG, en inglés Environmental, Social and Governance, hacen referencia a los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo que una empresa debe tener en cuenta en su plan estratégico para ser socialmente responsable.
Los criterios ESG son los siguientes:
Los criterios ESG son cada vez más importantes en la toma de decisiones de una empresa y pueden tener impacto en varios aspectos, como por ejemplo en el rendimiento financiero a largo plazo de una empresa.
Además señalar que ha ganado notoriedad cuando la Sostenibilidad se convirtió en un nuevo paradigma en las organizaciones con el inicio del siglo XXI.
El enfoque en los criterios ESG se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, ya que los inversores y los consumidores buscan cada vez más empresas que se preocupen por el impacto ambiental y social de sus operaciones.
Hoy, tanto inversores, clientes, consumidores, e incluso organismos estatales ponen el foco en analizar las prácticas ambientales, sociales y de gobierno de las empresas, y estas pueden obtener una ventaja competitiva en el mercado y un mejor resultado financiero a largo plazo. Además las empresas que tengan en cuenta estos factores pueden reducir los riesgos de compliance y de reputación y atraer más clientes e inversores que tengan una sensibilidad medioambiental y social.
La preocupación por los criterios ESG ha ganado relevancia según ha ido aumentado la legislación en materia de RSE y, sobre todo, desde 2015, año que supuso un punto de inflexión en la gestión de la sostenibilidad con el Acuerdo de París para frenar el cambio climático y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de la ONU para hacer del mundo un lugar más habitable y sostenible.
Podemos decir que el aumento de la relevancia de los criterios ESG se debe fundamentalmente a dos factores:
Además, desde Europa la legislación ha ido ahondando en la rendición de cuentas de las empresas. La Directiva de información no financiera y diversidad de la UE de 2014 dio lugar a la Ley 11/2018, de 28 de diciembre en materia de información no financiera y diversidad en España, que obliga a rendir cuentas a las compañías con más 500 empleados o que facturen más de 40 millones de euros. Desde 2021 se verán obligadas las empresas con más de 250 empleados. Se estima que unas 6.000 empresas europeas deben demostrar su compromiso con el desempeño ESG.
Integrar los criterios ESG en la empresa tiene una serie de beneficios tanto a corto como a largo plazo. Si todavía los equipos de dirección de algunas compañías se cuestionan si es necesario gestionar la organización según criterios ESG, aquí compartimos algunos de los beneficios que tiene:
En conclusión, los criterios ESG son un enfoque esencial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las empresas. Es importante que las empresas comprendan los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza, y desarrollen estrategias para manejarlos adecuadamente.
Hasta aquí tenemos una idea más clara sobre qué es ESG y cuáles son los criterios que las empresas deben aplicar para evitar riesgos ambientales, sociales y de gobernanza en sus inversiones. Sobre ello, también es importante aclarar la diferencia entre el concepto ESG y el de inversión sostenible y responsable (ISR), ya que, aunque son términos que están relacionados, no tienen el mismo fin ni significado.
La cuestión es que las empresas han incorporado a sus estrategias los criterios ESG, porque los inversores cada vez dan más importancia a este tipo de estándares para elegir una u otra inversión. Por tanto, la inversión socialmente responsable (ISR) es una filosofía de inversión que integra los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en el proceso de estudio, análisis y selección de una inversión.
Sabemos que lo más habitual en una inversión siempre ha sido valorar la liquidez, la rentabilidad o el riesgo, entre otros. Sin embargo, ahora la ISR no solo tiene en cuenta los criterios de finanzas, sino también los criterios ESG de tipo ambiental, social y gubernamental.
Podemos decir en general que los criterios ESG es un concepto más amplio y la inversión socialmente responsable se utiliza para fijar criterios que los inversores utilizarán para analizar sus inversiones.
A raíz de la pandemia del COVID19, los indicadores ESG han cobrado un mayor protagonismo en las inversiones que realizan las empresas. Los criterios sociales son los que han adquirido una gran relevancia, y es por eso que la mayoría de las empresas dedicaron mucho más tiempo durante la crisis sanitaria a cuidar los ESG sociales que a cuestiones relacionadas con los beneficios.
Pero además del ESG social, especialmente a partir del 2021, ha habido un incremento de la preocupación por las cuestiones medioambientales. Es por ello que el criterio ESG ambiental ha sido todavía más considerado. Una tendencia que se prevé que siga en aumento en la nueva realidad, donde los inversores han puesto el foco en las empresas que aplican políticas de innovación sostenible y de desempeño ambiental, todo para estar más cerca de un modelo de economía circular.
Así pues, las empresas ya no contemplan los criterios ESG solo como una opción o una cuestión que no les implica. De hecho, son conscientes que de no incorporarlos en su estrategia corporativa puede suponer a la larga un riesgo financiero o un descenso en su posicionamiento empresarial. Por ello, adoptan prácticas sostenibles para apostar por la eficiencia energética, favorecer la gestión de residuos y del agua, así como establecer cadenas de suministro responsables.
La mayoría de expertos ya tienen claro que las compañías que saben aplicar los principios ESG ambientales, sociales y de gobierno corporativo evitan riesgos y mejoran considerablemente su competitividad en el mercado.
No es fácil responder a esta pregunta, sobre todo por la novedad que representa el cumplimiento de los criterios ESG. Además no es igual el cumplimiento para empresas pequeñas y medianas que para grandes empresas donde los recursos son mucho mayores. Aún así, todas, pequeñas y grandes deben alinearse con ellos y mejorar su posición porque representan un valor diferencial para cualquier organización independiente de su tamaño.
Para empezar a gestionar la ESG hay algunos factores que hay que tener en cuenta:
Es necesario designar un responsable o un equipo que coordine la sostenibilidad o ESG de las empresas para establecer un Plan de Sostenibilidad, su implantación, seguimiento y elaboración de un informe no financiero. Es necesario dotarlo con un presupuesto como en cualquier área de la organización.
Para elaborar el Plan de Sostenibilidad es necesario priorizar los aspectos importantes para la organización a través del análisis de la materialidad, proceso que nos permite identificar los aspectos relevantes en materia ESG para nuestra organización en base al sector de actividad o tendencias globales y así poder fijar unos objetivos ESG.
Las soluciones tecnológicas permiten tener un sistema de seguimiento, medición y trazabilidad del desempeño ESG para poder medir el progreso y tomar decisiones con información adecuada para poder alcanzar la mejora continua.
En SAYES ya hemos adquirido el compromiso con los principios ESG ambientales, sociales y de gobierno corporativo no solo para evitar riesgos o incumplimientos con la legislación vigente sino porque creemos firmemente que mejoraran considerablemente nuestra competitividad en el mercado.
De cara a la relación con nuestros clientes, hay que manifestar que son grandes organizaciones las que han depositado su confianza en SAYES, por lo que alinearnos con sus objetivos de sostenibilidad es fundamental para nosotros.
Entendemos que los departamentos de compras deben trabajar en la gestión de riesgos de la cadena de suministros para asegurar la resiliencia frente a posibles incidencias externas. Los compradores deben asegurarse que los proveedores cumplimos la normativa vigente para minimizar los riesgos ESG indirectos. La implantación de criterios socialmente responsables es determinante y demuestra una gestión proactiva de los impactos, de los riesgos y de las oportunidades sociales y ambientales de la cadena de suministros.
Por parte de los clientes realizar un diagnóstico y evaluación de los proveedores de manera frecuente es clave para identificar y mitigar los posibles riesgos.
Y desde el punto de vista del proveedor demostrar una buena gestión de los criterios ESG es un punto clave en la selección de proveedores y un atributo de valor en el mercado para afianzar la relación con los clientes.
Como resumen podemos concluir que:
Somos una empresa española de software que ofrece tecnología avanzada aplicada a la gestión de crédito y digitalización, automatización y mejora continua.